Comenzar la
entrada en el blog con este tema, me ha dado mucho que pensar; ya que nunca
había echado la vista atrás para ver mi recorrido lector.
Tengo que remontarme a mis inicios lectores, que fueron sin duda en casa; mis
padres siempre intentaron inculcarme ese hábito lector, y no porque lo recuerde
ahora, sino porque conservo libros desde muy pequeña, que incluso antes de
saber leer ya manejaba y observaba sus ilustraciones, según me han contado.
Al entrar en la etapa escolar, se ampliaron también mis registros lectores,
ya que en casa, tenía muchos cuentos, la mayoría de Disney y demás cuentos
populares. En clase contábamos con una pequeña biblioteca; recuerdo que era de
la tan conocida colección del "Barco de vapor" aunque era un poco
competitivo ver quiénes de clase eran los que más libros leían a lo largo del
curso, yo recuerdo como pasaba un buen rato sentada frente a esa estantería, ojeando
los ejemplares y debatiendo cuál quería para esos días, y lo ansiosa que estaba
por llegar a casa y "devorar" las páginas de ese nuevo ejemplar.
(Colección “Barco de vapor”-SM)
El problema llegó conforme iba creciendo, y las lecturas obligatorias en
clase se hacían cada vez más pesadas, ya que algunas temáticas no me
interesaban y me costaba mucho su lectura. Siguiendo con que veía absurdo que se
nos examinara por saber detalles minúsculos de esa lectura; lo que hacía que no
disfrutara, y llegase incluso a estar nerviosa por perder algún detalle
que luego fuera evaluable en el examen.
En cuanto a esa etapa me estaba refiriendo a la ESO, aunque fuera del
instituto yo seguía con mis lecturas particulares; como era con libros que
fueron de gran éxito en esa época como “El niño con el pijama de rayas”, “Narnia”,
“Kika súper bruja” y demás best seller y sagas de vampiros.
En mi adolescencia si estaba influencia por las lecturas que leían mis
amigas y amigos, nos recomendábamos e intercambiábamos libros.
Conforme fui creciendo entorno a los 16-18 años, fui ampliando a más
registros e interesándome por lecturas de épocas pasadas y grandes autores. Recuerdo
que en casa compraron una gran colección de clásicos españoles de todos los
tiempos, no me los leí todos; ya que muchos de ellos estaban en castellano
antiguo pero, entre ellos “ La celestina” de Fernando de Rojas, “El sí de las
niñas” de Fernández de Moratin, “Fortunata y Jacinta” de Pérez Galdós” y “Tres
sombreros de copa” de Miguel Mihura entre otros.
Con la entrada en bachillerato y las asignaturas de latín y griego, pude
aprender grande cosas de ambas culturas; además de leer sus grandes clásicos “Ilíada
y la Odisea” en griego y autores como Cicerón y Virgilio en latín.
(Ilíada
y Odisea de Homero)
Por último destacar que en los últimos años, mi mayor predilección ha sido
en relación al género histórico y bélico, relacionando lecturas de Arturo Pérez Reverte, pasando por el
género audiovisual que es el que más consumo últimamente, con series muy
dispares pero de las últimas y que más recomiendo “Vikingos”, a partir de
haberla visto he relacionado otras de la misma tipología para comprobar los
cambios históricos que se producen de unas series a otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario