Cuando pienso en qué es la
lectura para mí, se me viene a la mente una frase con la que me he topado
muchas veces que dice que "la lectura nos abre puertas a nuevos
mundos". Me perece bonito concebir el acto de leer como un viaje a otros
mundos, viaje que llevo haciendo desde muy pequeña. Debo admitir que mis padres
no eran mucho de leerme antes de ir a dormir, aun así, se aseguraron de que no
faltaran libros en mi casa con los que poder iniciar esta travesía. Mis
comienzos en la lectura fueron, como los de muchos, a través de Disney. A
partir de sus historias viajé a mundos de fantasía donde siempre encontraba a
la típica princesita y a su príncipe. En algunas historias encontré a
personajes realmente interesantes como a un sombrerero, un poco loco, que
celebraba todos los días que no era su cumpleaños. También conocí a un hombre,
un tanto peculiar, que salía de una lámpara o a una princesa que se pasaba el
tiempo durmiendo, quizás Disney tenga la culpa de que me guste tanto dormir. Durante
esta etapa también descubrí donde viven los monstruos, la verdad es que no es
un sitio tan terrible.
Después llegó mi etapa en el
instituto, aquí tuve que leer algunos libros que no me gustaron mucho, pero
también descubrí otros que me encantaron. De esta etapa recuerdo conocer a un
hombre, también un poco loco, que luchaba contra molinos, decía que eran
gigantes pero yo no los veía. También me adentré en una historia donde había
una mujer a la que llamaban celestina y en otra ocasión pude presenciar la
historia de dos amantes condenados a vivir lo mismo generación tras generación.
En esta época también conocí a un niño al que le gustaba dibujar a una serpiente
que se había comido a un elefante, no sé cómo la gente no entendía ese
dibujo... Fue en esta etapa cuando descubrí uno de mis mundos preferidos, se
decía que estaba formado por 12 distritos y entre ellos cada año realizaban
algo que ellos llamaban "juegos", aunque menos mal que los nuestros
no son así, pero a pesar de esto, los personajes tan ricos y las tramas me consiguieron absorber.
En
la universidad descubrí mundos infantiles que no había conocido siendo pequeña
y que me encantaron como es el caso de un monstruo que cambiaba de color u otro
en el que una niña y un monstruo dejaron de tenerse miedo para ser amigas, la
literatura no solo está llena de locos sino también de monstruos. En esta etapa
descubrí muchas lecturas, entre estas destaco mi mundo favorito, aunque largo,
en el que se pueden encontrar dragones y unos zombies al estilo Walking
Dead con una cierta predilección por el frio. También leí sobre un fantasma
que no conseguía asustar a una familia que se había mudado a su casa o sobre un
mundo que se empeñaba en clasificar a las personas en facciones.
En definitiva...
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