Considero que el ser humano se
caracteriza por ser un individuo que vive en un continuo periodo de adaptación.
Por ello, no deberíamos viajar para ir a un lugar en particular, sino por el
placer de viajar. La cuestión es movernos. Aprender a adaptarnos, adentrarnos y
viajar por el mundo, entre la sociedad, entre las culturas, entre los
diferentes y nuevos modos de vida. Conocer, siempre conocer y aprender más.
Cuanto más se conozca, más experiencias e historias se podrán guardar. “Un
libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía”,
José Vasconcelos.
Desde que comencé a leer, tanto por
obligación como por placer, con cada lectura descubría nuevos pensamientos
e iba redefiniendo mi personalidad en relación a lo que me gusta o no enfocado a mis preferencias de lectura.
Las tecnologías, nos han hecho
evolucionar hacia una sociedad 2.0, como consecuencia también han cambiado mi
forma de leer y mis hábitos, puesto que he pasado de leer en papel a
descargarme o comprarme libros online. No pienso que sea ni mejor ni peor,
solamente es diferente.
Empecé a leer, como la mayoría, los libros
de la colección de Disney en primaria porque me gustaba como también la colección
“Poesía para niños” de Gloria Fuertes. En la etapa del instituto creía que los
libros eran mi peor enemigo, pues eran obligatorios y todavía pienso que no
tenían ningún sentido. No entendía ni entiendo a día de hoy, qué importancia
tiene el saber responder en un examen de respuesta corta cómo se llamaba el
padre de Matilda, por ejemplo. Más tarde, me encantó la conocida Tragicomedia
de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas.
Asimismo, tras leer “El príncipe de
la niebla” de Carlos Ruiz Zafón, me enganchó y he ido leyéndome los dos libros
siguientes “El palacio de septiembre” y “Las luces de medianoche”, hasta llegar
a “La trilogía de la niebla”.
Numerosos libros son los que he leído
en la etapa de la ESO, los citados anteriormente son de los que más me gustaron.
Después, la universidad tampoco se ha librado de la lectura por “obligación”. No obstante, también me gusta leer por placer
y he leído, entre los que destaco, los libros de amor de la periodista Mónica Carrillo. La valiente,
triste e impactante historia de Greta y Einar, que narra el libro de “La chica
Danesa”.
Este verano leí “La chica del tren”,
aunque entretenido y lleno de misterio, no me gustó. Y finalmente, tras un
viaje de 7h Albacete-Santander, decidí escoger “El tiempo entre costuras” de
María Dueñas. La historia de amor de una mujer, donde se deja entrever la
traición, el abandono de los más fieles y cómo evolucionar y crecer en lo que
se refiere a las clases sociales.
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